Torneo de los dos euros

Sin bocatas asegurados comenzó el torneo de los dos euros, el pasado fin de semana. Un torneo curioso, donde de dos rivales se pasa a cuatro, para despues deberse de jugar una final entre primero y segundo. Pero esto último nunca nos importó, sabiamos que no la jugaríamos.

Somos 5 equipos: Proyecto, Miguel Team, los Rojos, los Blancos y los Naranjas. Hablemos un poco de cada uno de ellos.

Miguel Team: entre sus final cuenta con Miguel. Lo vemos jugar muy en equipo, quizás demasiado. Deja que sus compañeros se peleen por el balón... para casi siempre perderlo. Es el único equipo con féminas. Una es Álex, y la otra... ya hablaremos de ella.

Los Rojos: los cinco jugadores que son presentan gamas cromáticas que van del rojo desteñido al rojo intenso. Está el de la coleta, el crack del equipo. Poco más tienen.

Los de Blanco: aunque parezca mentira, también hay gama cromática (blanco sucio, blanco roto...). Allí juega un tal Hugo Reyes, que comienza de portero y acaba en el campo (ojo que no he dicho de jugador)

Los Naranjas: la perita en dulce. Básicamente por dos cosas. Una es un potero más malo que la peste, que le cuelan balones hasta por detrás de la portería. La otra es un defensa pequeñito, huesudo, chepado... cuya mejor acción nos maravilló a todos, cuando en una contra 2 vs 2, y su compañero cubriendo a un atacante en banda, sale disparado como loco a cubrir a ESE tío, de manera brutal, dejando libre al otro atacante que corre y marca a placer.

(1) El primer partido, más o menos puntual, se juega contra equipo de Miguel. Una vez obviamos los pares de pechos que rebotan y nos centramos, vamos ganando 1-0, gol de Cano. Se pudo haber sentenciado en la jugada que me driblo a 4 rivales, no se como, y acabo cediendo mal a Cano. Acabamos pidiendo la hora.

(2) Segundo partido contra equipo Rojo, muy luchado. Se pierde 1-0 y se empata, se pierde 2-1 y se empata. Goles de Cano, otra vez, y Manu, otra vez.

Despúes del almuerzo ligero y ver como el próximo rival, los Naranjas, están con bocatazos, nos frotamos las manos. O pérfida desdicha!

(3) Del chiquitín me voy una vez, luego ya me lio, y el equipo conmigo. Cambian al portero. No se puede!!! Edgar tiene el tobillo hinchado y Juanma ha tenido que irse. No hay fluidez. Y palmamos 2-1, remontandonos el primer gol de buena lucha, de Manu.

(4) Tocados pero no hundidos, jugamos contra los Blancos. Ambos con 4 puntos, nos jugamos jugar la final. Bueno, más o menos. Con Edgar muerto, Miguel nos echa un cable. Y lo hace. Me asiste en el 1-0, que ciertamente no se si es feo o no. Luego nos empatan, después de varios intentos. Se veía venir. Y entonces, llega...

PENALTI!!! Entre risas tontas, entre gestos absurdos, entre miradas a banda y banda, casi pidiendo permiso y disculpas a la vez. Un tión de camiseta que hago al rival, sin este quejarse, acaba en el penalti más gilipollas de la historia. A esto hago inciso: no hay árbitros, básicamente un jugador que no juega y está descansando, se limita a ver el partido y comentar lo que le parece. De eso me medio quejo. Pero de que despues de 8 partidos no se piten faltas, y llega la tonta y pite penalti, pues me quema. Fin del inciso. PENALTI!!!

Marcan y yastá. Perdemos. Me siento Mourinho, me siento estafado. Y nos vamos, cojos y cansados. Quizás ésto es el Proyecto.

Agradecimientos: a Miguel, porque intentó llevarnos a un torneo a priori genial pero que, creo, se les fue de las manos a sus amigos organizadores. De bocatas y bebidas gratis pasamos a tener que pagar las bebidas, y de 2 partidos pasamos a jugar pachangas descontroladas. A Joshua, porque durmió 4 horas y encima jugó en equipos rivales, haciandolos un favor y aumentando la calidad de sus equipos un 100%. A Cano, por marcar goles basicamente. A Manu, por resarcirse del torneo Sant Jaume del año pasado que nos dejó tirados. A Dani, que venía de un partido entero el día antes y acabó realmente reventado. A Juanma, que pospuso la comida con los suegros por echarnos una mano los dos primeros partidos. A Edgar, que se lesionó a los 10min y aguantó tres partidos. A Carlos, por calentar banquillo. A Lore, la fan que madruga. Y a mí, por no cagarme en Dios cuando salí por la puerta al irnos.