Con un más que meritorio 2-0 en contra acaba el partido.
Hemos tenido un buen hombre para todo como lo ha sido Dani en su esperado regreso, jugando su mejor partido del año. Un superlativo Miguel que nunca ha parado de correr y (por fin) de mandar y ordenar en el campo. Un increible Manu que ha llegado tarde pero ha dado todo lo que tenía. Un luchador Ivan que se ha dejado los huevos y medio higado buscando al hombre. Un atrevido Joshua que se ha animado a jugar con los pies, driblando un delantero cuando se ha cruzado en su camino. Y en el banquillo viandolo todo, el hombre tranquilo, el otro Marqués del Nabo, a Antonio que dirige con la mirada y choca las manos como nadie. A su diestra el cojo de Lepanto, el profesor Cavan, que piensa en latín y actua en esperanto, Juanma2.
Y yo, que no me encontraba muy bien. Empecé jugando bien, me notaba musculado, me notaba fresco, pero durante el partido, mientras mejor lo haciamos, peor me sentia. Al fin de la primera parte me he tenido que ir detrás de los vestuarios porque me estaba ahogando, para finalmente ver que lo que me impedía respirar era una bola de pelo que me obstruia la garganta. Curioso, amigos de lo extraño. En la segunda parte ha sido peor, he estado a punto de colgarme del larguero en algunos balones aereos, y si el cierre me cubría notaba que invadía mi territorio. Ouu. Al acabar el partido me he adelantado a los demás. Ouu Ouu. Me he desvestido rápido en las duchas y me he visto con más pelo de lo normal. Ouu Ouu Acc. Mis brazos son ahora más largos, mis piernas más cortas. Ouu Ouu Acc Acc. Y me he mostrado al mundo. El Proyecto ha vuelto, con la vuelta del mono!!!
Ouu Ouu Acca Acca Acca Accccccccca!!
